lunes, 21 de enero de 2013


UN CORAZÓN QUE CONFÍA EN DIOS 

SALMOS 112:7: “No temerá recibir malas noticias; Su corazón está firme, confiado en el SEÑOR”.


Hoy seguiremos viendo las características de de un corazón estable. Y te he dicho que un corazón estable no se afana, un corazón estable es el corazón que recibe la gracia de Dios, un corazón estable tiene fundamento, o sea es ...el que teme a Dios y se deleita en la Palabra de Dios. Pero hoy te quiero hablar del corazón estable que su confianza sólo está en Dios. La confianza en Dios estabiliza el corazón. ¿Por qué? Porque a todos nos llegarán malas noticias. Un médico te puede dar una mala noticia, y si le crees, tu corazón se desestabiliza porque pierdes tu confianza en Dios. O por lo que el banco te dice, o por lo que un familiar te dice, o por lo que tus amigos te dicen, o por lo que tus enemigos te dicen. Y ¿Cómo resolvemos esto? Teniendo la confianza absoluta en Dios. Pero nunca podremos tener confianza absoluta en Dios a menos que conozcas las palabras del pacto. La Palabra de Dios es el pacto que Dios tiene con nosotros. La Palabra de Dios es el libro del pacto. Y cuando le creemos a Dios, nuestra vida será firme, porque la confianza en Dios afirma y estabiliza el corazón. Nuestro corazón tiene que estar anclado en algo eterno, no ancles tu corazón en algo temporal, en algo pasajero, en algo emocional, en algo circunstancial que no aguantan las cosas que vendrán a este mundo. "Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre" (1ª Juan 2:17). Tu casa no es eterna, tu carro no es eterno, tu trabajo no es seguro, la amistad que alguien te ofrece no es segura, la fidelidad y la lealtad que alguien te prometió no es segura, etc. Cuantos no me han prometido cosas y nada, cuando no te han dicho: “te amo, tú eres una inspiración para mí, de ti he aprendido mucho”, pero te traicionan, te dañan con sus comentarios. Yo aprendí un principio en mi vida cristiana y en mi vida ministerial: Yo no me ilusiono de nadie para no decepcionarme de nadie, mí confianza no está puesta en hombres ni en cosas sino en Dios. Declara el salmista: “No temerá recibir malas noticias”. O sea, nunca le asalta el temor de recibir malas noticias. Este texto afirma mi corazón, por muchos años he recibido malas noticias, pero ninguna de esas malas noticias ha impedido a Dios hacer lo que dijo que iba hacer. Si a ti las malas noticias, o las situaciones difíciles, o los problemas, te producen temor, te desmotivan, es una señal inequívoca que tu corazón no está afirmado en Dios. Si vives en temor, tu corazón no se ha afirmado en Dios. ¿Qué dijo el médico? No importa ¿Qué dicen los noticieros? No importa ¿Qué dijo la banca? No importa, no tengo temor porque mi corazón está confiado en Dios. Porque cuando el corazón se ha afirmado en Dios en vez de temor hay fe, confianza. La fe y el temor no viven ni andan juntos. La fe y el temor no simpatizan. Es más, el temor es fe negativa, donde hay fe no hay temor. El temor da lugar a la turbación, y hay muchos cristianos que por andar turbados no saben qué hacer. El temor en tu vida es un síntoma de que tu corazón está turbado. Y el corazón está turbado porque no está afirmado, firme en Dios, firme en la fe, firme en la Palabra de Dios, confiando en Dios. “Nunca le asalta el temor de recibir malas noticias, pues confía en Dios de todo corazón”, confía de todo corazón en el Dios que hizo los cielos y la tierra, en el Dios que nunca ha perdido una batalla, en el Dios que es el mismo ayer, hoy y por lo siglos; en el Dios que con solamente una palabra creó todo lo que ves. No me digas que no puedes confiar en Dios, “sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso”, créele a Dios, confía en Dios. Yo oro que seas prosperado en todo, y que tengas salud, así como prosperas espiritualmente. En el 2013/5773, caminando libre de temor y con un corazón confiado solo en Dios. BENDECIDO/A ERES POR SIEMPRE CON TODA CLASE DE BENDICIONES. 

DECRETO DE FE: “EN ESTE DÍA DECLARO Y DECRETO EN EL NOMBRE PODEROSO DE JESÚS QUE MI CORAZÓN ESTÁ FIRME EN DIOS, FIRME EN JESÚS, FIRME EN LA PALABRA DE DIOS Y SUS PROMESAS, POR LO TANTO NO TENGO TEMOR, TENGO FE”.

ORACIÓN: “Padre celestial, en este día echo fuera todo temor de mi corazón, y decido poner toda mi confianza solo en Ti. En el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.

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