NO SERÁ UNA DERROTA
1° SAMUEL 17:4 – 9: “De pronto, de entre las filas de los filisteos salió un guerrero como de tres metros de estatura. Se llamaba Goliat y era de la ciudad de Gat. 5 En la cabeza llevaba un casco de bronce, y sobre su cuerpo una coraza, también de bronce, que pesaba cincuenta y cinco kilos. 6 Del mismo metal eran las placas que le protegían las piernas y la jabalina que llevaba al hombro. 7 El asta de su lanza era como un rodillo de telar, y su punta de hierro pesaba más de seis kilos. Delante de él iba su ayudante. 8 Goliat se detuvo y dijo a los soldados israelitas: ¿Para qué han salido en orden de combate? Puesto que yo soy un filisteo, y ustedes están al servicio de Saúl, elijan a uno de ustedes para que baje a luchar conmigo. 9 Si es capaz de pelear conmigo y vencerme, nosotros seremos esclavos de ustedes; pero si yo lo venzo, ustedes serán nuestros esclavos.”.
Goliat, el gigante de los filisteos, salía a intimidar al pueblo de Israel. Y es bien interesante que el escritor sagrado describe a Goliat físicamente: “como de tres metros de estatura” y también cuentan cómo era su armadura (vv.5 – 7). Pero no bastaba todo eso para intimidar al pueblo sino que encima dice que tenía un escudero que iba delante de él ¿Qué actitud tomarías tú frente a un gigante como Goliat? Piénsalo. La Palabra de Dios cuenta que el ejército que tenía que enfrentarse a ese gigante era, nada más y nada menos, que el pueblo que representaba a Dios aquí en la tierra. ¿Pero cuál fue la actitud del pueblo de Dios frente al gigante Goliat? 1° Samuel 17:24: “En cuanto los israelitas vieron a aquel hombre, sintieron mucho miedo y huyeron de su presencia”. Piensa ¿Sería esta la actitud correcta para el pueblo de Dios? Claro que no. Lo mismo pasa contigo y conmigo. En este tiempo no hay otra cosa posible que ver al pueblo de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo, trayendo la manifestación de Dios más grande a la tierra. Tenemos al Espíritu Santo y donde vamos Él va con nosotros. O sea tenemos el poder mismo de Dios dentro de nosotros. No somos ganadores solamente adentro de las cuatro paredes del templo. Sabemos que nos acompaña un ejército de ángeles para traer el conocimiento de la gloria de Dios sobre la tierra y las cosas que emprendamos serán prosperadas porque somos la Iglesia del Dios viviente. La Palabra de Dios declara que nada ni nadie prevalecerán contra la Iglesia del Dios vivo. “sobre esta roca edificaré Mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). Somos herederos de Su bendición. “De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham” (Gálatas 3:9). Entonces vemos que LA ACTITUD LO ES TODO. Hay momentos para dar el paso de fe, el paso de valor. El valor, el esfuerzo, el coraje es fundamental. Tú puedes tener habilidades, talentos y recursos pero si no tienes esfuerzo, valor, de nada sirve. Todo el ejército del pueblo de Israel tenía lo mismo que David pero el que venció fue David. ¡ESO NO ERA UNA DERROTA! Hay cosas en la vida que cuando llegan creemos que es nuestro fin, pero no es más que un teatro del diablo, porque la verdad es que es tu promoción. Aleluya. Cuando escuchas que es imposible cambiar algo, no escuche más de ahí en adelante, escucha lo que Dios dice y avanza con tu actitud de valor. En tu problema quien dice la última palabra no es satanás es Dios. Créelo que es así. Ahora, tú puedes recibir una palabra profética pero si no tienes la actitud correcta, te llevas todo eso a la tumba porque no tuviste la actitud de cambiar en todo lo que recibiste como palabra profética. Esto es básico, porque esto determina tu derrota o tu victoria, tu escasez o tu abundancia, tu salud o tu enfermedad. LA DECISIÓN ES TUYA, quien tiene que accionar eres tú, nadie lo va hacer por ti. David veía que todo el pueblo estaba con miedo y que hasta Saúl estaba escondido. Pero él tomó otra actitud. David se posicionó como un verdadero hijo de Dios, como un integrante del gran ejército del Dios Todopoderoso. David entendió que eso no era una derrota, él sabía que Dios es especialista en cambiar destinos nefastos en bendición. Y hoy te digo: Lo que hoy ves feo, Dios lo hará grande y bueno. Una pregunta: ¿Hay algún gigante en este momento en tu vida? Ese gigante puede ser una deuda, una mala relación, un problema de salud, un problema familiar. Pero ¿Qué actitud has tenido hasta este momento frente a ese gigante? ¿Qué actitud tomarás de ahora en adelante? Creo que conoces cómo terminó la historia de David y Goliat. David salió victorioso porque derribó al gigante. Tomó la actitud correcta, la de un hijo de Dios. ¿Cómo piensas que saldrás si toma la actitud correcta? Más que Vencedor. Ya no te dejes intimidar por los gigantes, es tiempo de accionar, eso que estás viviendo no es una derrota porque LO MEJOR ESTÁ POR VENIR. ¡Aleluya! Yo oro que seas prosperado en todo, y que tengas salud, así como prosperas espiritualmente. En el 2013/5773, alcanzo mi mayor promoción. BENDECIDO/A ERES POR SIEMPRE CON TODA CLASE DE BENDICIONES.
DECRETO DE FE: “EN ESTE DÍA DECLARO Y DECRETO EN EL NOMBRE PODEROSO DE JESÚS QUE LO QUE VIENE ES MEJOR DE LO QUE TENGO”.
ORACIÓN: “Padre celestial, gracias por Tu Palabra, gracias porque puedo confiar en Ti, y todo lo que he estado viviendo Tú lo convertirás en mi mayor victoria, cosas que mis ojos no ha visto ni mi oídos han oído y que no he pensado. Gracias. En el Nombre Poderoso de Jesús, Amén”.
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